La vivienda, situada en un edificio construido en el 1929, se encontraba en estado original y con una distribución que dividía sus 100 m2 útiles en diez estancias, la mayoría de las cuales eran pequeñas y oscuras. Las premisas antes de empezar el proyecto eran: unir salón y comedor en único ambiente, mover la cocina para proporcionarle más luz y crear dos dormitorios. 

Nuestro punto de partida, para dar respuesta a estas exigencias,  ha sido desplazar la cocina en el centro de la planta, generando a partir de ella la nueva distribución: el antiguo comedor se une al salón en un único ambiente y mediante una abertura en la pared de carga se conecta a la cocina. La luz del sol, a través de las ventanas de la fachada principal, llega hasta el centro de la estancia.

Las dos habitaciones se ubican a los extremos de la vivienda: la primera, colocada en la entrada, se articula en dos ambientes flexibles - con funciones intercambiables entre dormitorio y vestidor-  y un nucleo baño cerrado, precedido por el espacio abierto del lavabo.

La habitación principal se orienta en la fachada de la Avenida Paralelo; el baño, en suite, será proporcionado de la misma luz que la zona de dormitorio gracias a una ventana interior en el tabique que lo separa de la cama.

Se generan entre estos espacios principales, ambientes secundarios que completan el programa funcional de la vivienda: un volumen baño/ lavadero entre la entrada y la cocina, y el estudio/ habitación de invitados enfrentado a la habitación de la entrada.

El resultado final es una vivienda amplia , donde las relaciones entre los espacios rompen completamente la rigidez del esquema inicial.